Sanchez ayuda a la gente a alcanzar el sueño americano
Por Leonor Villasuso Rustad
La familia de Alma Sánchez emigró de León, Guanajuato, a Minnesota hace casi tres décadas, cuando ella era todavía una niña. Luego de la preparatoria ingresó al Saint Paul College para estudiar administración de empresas y comenzó a trabajar en la industria de seguros, en American Family Insurance, lugar en donde por seis años se desempeñó como representante autorizado de servicio al cliente y productor. Posteriormente se adentró en el mundo de las hipotecas en National Realty Guild como gestora de préstamos hipotecarios; los siguientes ocho años se desempeñó en la industria bancaria, en Wells Fargo, donde entre otros cargos, fue consultora hipotecaria y aprendió todo sobre el sistema financiero estadunidense, el proceso del crédito. Fue en 2018 que decidió abandonar ese sector para incorporarse al circuito de las organizaciones sin fines de lucro laborando para NeDA (Neighborhood Development Alliance). “Lo que hago es preparar financieramente a las personas para que puedan comprar su casa. Aquí en NeDA le damos consejería a los primeros compradores” cuenta en entrevista Sánchez, quien recientemente fue reconocida como una de las principales productoras de préstamos para hacer mejoras a la vivienda (fix-up) del 2023 por parte de Minnesota Housing. Sánchez explica que se ha enfocado los dos últimos años en ese tipo de préstamos por sus conocimientos y porque le gusta ayudar a la gente; NeDA los ha venido ofreciendo desde hace tiempo, pero no había una persona a cargo o dedicada a ello, hasta que Sánchez lo hizo.
Ese no es el único servicio que Sánchez da en NeDA; es también asesora certificada para la compra de vivienda, asesora financiera certificada y gestora de préstamos, y es bilingüe español e inglés. NeDA es una institución financiera para el desarrollo comunitario (CDFI por sus siglas en inglés), lo que significa que “tenemos acceso a hacer préstamos, entonces cuando alguien viene aquí conmigo, lo primero que hacemos es la consejería completa, checando crédito, si tienen mal crédito o necesitan mejorarlo les ayudamos con eso, les podemos dar préstamos” abunda Sánchez, y agrega que para las personas que no califican ella busca en los programas comunitarios, como Hábitat for Humanity, de manera que todas las personas que acuden a ella puedan tener toda la información y asesoría para que adquieran su vivienda. Sánchez menciona que prácticamente están con ellos desde el inicio del proceso hasta el final, y lo bonito que es ver que llegan a NeDA con la ilusión, el sueño, de tener casa propia y que trabajando con ellos salen de ahí como primeros compradores, aunque también dan educación a sus clientes porque la meta no solo es que compren una casa, sino también que la mantengan, que sea una buena inversión y no la pierdan en unos años.
Por su experiencia en NeDA, Sánchez observa que hay mucha necesidad en la comunidad latina, pues muchas de las veces las personas compran su casa pero no saben que hay que repararla, por ejemplo, así que al tener a la mano una herramienta – en este caso en la persona de Sánchez – que habla español y que no trabaja para un banco sino en una organización sin fines de lucro, les puede ayudar más, y con la ventaja de que los intereses además son mucho más bajos que los de las instituciones bancarias, y con Minnesota Housing los fondos para estos préstamos son ilimitados.
“Nuestra meta es ayudar a las personas latinas que no tienen acceso a los medios tradicionales como bancos, que les niegan préstamos porque no tienen buen crédito o fondos, o como las personas que dan los préstamos que ganan por comisión y a veces no hacen lo que es mejor para el cliente sino para ellos ganar más dinero. Nosotros no ganamos comisión y en cambio podemos ayudarlos en todo el proceso y orientarlos si no califican, para trabajar para que puedan lograrlo” dice Sánchez y procede a explicar que, por ejemplo para las personas que no tienen número de seguridad social y quieren comprar una casa con su ITIN (número de identificación individual de contribuyente por sus siglas en inglés) el costo del enganche puede ser de $30,000 y el del cierre hasta por $18,000 si no califican para algún tipo de préstamo, mientras que para los que sí tienen seguro social y califican, con $1,000 pueden adquirir una vivienda. Finalmente, Sánchez informa que acaban de lanzar un programa de asistencia para el enganche para compradores de casa de primera generación enfocado en los hijos de migrantes y que no han sido propietarios nunca – tanto los padres como los hijos – con la excepción de quienes han perdido su casa debido a una ejecución hipotecaria. ¿Le interesa saber más? Contacte a Alma Sánchez en NeDA, ella sabe cómo ayudarle.
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