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Vistiendo bien a losniños sin gastar mucho

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Krystell Thiesen-Escobar en Eco Chico en West St. Paul

Por Leonor Villasuso Rustad

La tabasqueña Krystell Thiesen-Escobar llegó a Minnesota siendo una niña; aquí creció y se graduó en mercadotecnia y manejo de negocios por la Universidad de Minnesota; entre su experiencia profesional se cuenta el haber sido dueña de una agencia aseguradora Farmers por más de doce años, hasta que vendió su cartera de clientes y se independizó junto con su esposo, creando su propia agencia, Theisen Escobar Agencia, en el 2020. En entrevista telefónica sobre la apertura de Eco Chico, Thiesen-Escobar cuenta que hubo tres sucesos que sirvieron como pilares para que echara a andar este negocio: primero, en 2008 tuvo que salir de emergencia a recoger a su abuelita a Villahermosa porque la ciudad entera estaba inundada, “como si un huracán tremendo hubiera pasado por ahí”, cuenta, “eso fue una cosa 100 por ciento relacionada con el cambio del clima. Ese evento me impactó muchísimo y se quedó conmigo.” Segundo, unos diez años después, cuando ella y su cónyuge aún estaban trabajando en la agencia de seguros que tenían en la calle Robert, en una de las conferencias de Zurich, una de las aseguradoras con las que tenían tratos, se mencionó que Tabasco era un lugar inestable, una de las zonas más peligrosas del mundo por el cambio climático. “Eso me impactó mucho, el ver que esta empresa estaba hablando de mi estado, que es muy remoto y desconocido para muchos” reflexionó Thiesen-Escobar. Como inmigrante y como mamá, ha sido de comprar en las tiendas de segunda porque se le hace práctico, bueno y bonito; en su momento siguió de cerca la apertura y funcionamiento de la franquicia de tiendas “Once Upon a Child”, de la que era clienta. Tercero, se llegó el tiempo de la pandemia por el covid y el aislamiento, y como muchas personas, Thiesen–Escobar hizo limpieza de clósets y, teniendo tres hijos pequeños, encontró mucha ropa y accesorios que ya no usaban y solo estaban ocupando espacio en su casa.
En esos días ella y su esposo acababan de vender su cartera de clientes y querían hacer una buena inversión. “Quería hacer algo por amor, hay tantas cosas por lograr”, de modo que volvió a visitar la idea de la tienda de segunda mano; analizando las cosas, “Once Upon a Child” no era una opción de modelo de negocios como para adquirir una franquicia, y ellos querían quedarse en el West Side de San Pablo, que los ha tratado muy bien desde los tiempos de la agencia aseguradora. Thiesen-Escobar reflexiona sobre el hecho de que, por cada prenda de vestir que se produce, son cerca de cinco kilos y medio de emisión de carbón al aire, y en los centros de donación más conocidos la ropa que reciben se empaca y se distribuye a otros centros de venta en el país, lo que aumenta las emisiones.
Thiesen-Escobar hizo el plan de negocios con la intención de competir realmente y en mayo empezó a buscar el local para Eco Chico. Desde entonces, comenta la entrevistada, todo se ha estado dando como de forma mágica, con trabajadores y artesanos locales, resultando en una tienda bellísima con un concepto de tienda de segunda en un lugar muy limpio y muy organizado, fácil de comprar, un espacio que se siente seguro y agradable para la familia. En la inauguración de Eco Chico les fue muy bien, tuvieron una gran afluencia de clientes y visitantes. Al momento de la entrevista con Thiesen-Escobar, en diciembre, estaban cerca de haber pagado 30,000 dólares a las familias que llevaron cosas que ya no les estaban sirviendo. En la tienda siempre hay alguien que habla español, comenta, y está el plan de traducir al español el sitio web.
La comunidad hispana se beneficia al comprar en Eco Chico, en donde las prendas cuestan en promedio 70 por ciento menos que los precios de venta y la mayoría del inventario está en estado seminuevo. Para las familias recién llegadas que no tienen ropa para el invierno de Minnesota, Eco Chico es una excelente opción para surtirse de prendas de buena calidad para no tener frío. “Hablamos mucho del ecosistema, de que todos dependemos de todos, y la tienda no existe sin los que vienen a vender, ni tampoco sin los que vienen a comprar. Un 30 por ciento han regresado para comprar o vender y en ese sentido nos estamos unificando como comunidad” cuenta orgullosa Thiesen-Escobar.
Cómo funciona Eco Chico

  1. Busque en su vivienda ropa, accesorios y equipo que sus niños ya no usan y que están en buen estado. Antes de empacarlos, asegúrese de que todo esté limpio.
  2. Lleve las cosas que su familia ya no usa a Eco Chico, donde un miembro del personal las evaluará, y le ofrecerá un precio competitivo por ellas. Usted necesitará una identificación con fotografía.
  3. Reciba el pago por los artículos aceptados por Eco Chico de manera instantánea y segura en la forma de pago digital o crédito en la tienda con un 20% de bono. La aplicación Cash App es una excelente opción para quienes no se sienten cómodos con sacar una cuenta de banco, y no les pide identificación. Hay ciertas marcas por las que paga mejor, debido a que por su manufactura están hechas para durar más, consulte esos detalles en la página web.
    El inventario de Eco Chico – 1201 S. Robert. St., West St. Paul – ya está en línea, así que es posible que la clientela compre desde la comodidad de su computadora o teléfono, y se mantiene actualizado como va llegando la mercancía. Chéquelo en www.ecochicoresale.com, así como también el horario de la tienda.

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