En nombre de la identidad
Por Leonor Villasuso Rustad
Si bien en los últimos años ha habido esfuerzos por crear palabras que describan mejor o sean más inclusivas en cuanto a las personas que no se identifican con ninguno de los dos géneros establecidos – hombre o mujer; femenino o masculino –, para los latinos en los Estados Unidos aún no hay uno que cuente con la aceptación unánime. Primero se creó “latin@”, término que no duró mucho porque la pronunciación no funciona; luego surgieron casi al mismo tiempo “latinx”, que muchos desprecian porque está influenciado por el idioma inglés, y “latine” que usa la letra e al final de la palabra para mostrar género neutro y es, relativamente, de mayor uso en países como México entre su comunidad LGBTQ, que no como una forma para abarcar a un grupo de personas con o sin diversidad sexual.
En una investigación del Pew Research Center sobre el conocimiento de los latinos del término “latinx” se descubrió que, aunque ha aumentado desde el 2019, apenas un 4% de esa parte de la población – cerca de 1.9 millones de personas – lo usa, mientras que un 75% de quienes han oído de este, lo desaprueba, lo que representa un aumento de diez por ciento con respecto al 2019. Entre los encuestados para este proyecto del Pew, el 13% de lesbianas, gays o bisexuales de origen latino dijo haber usado el término para describirse a sí mismos; mientras que el 74% de quienes terminaron estudios universitarios, 67% de lesbianas, gays y bisexuales mayores de edad y el 60% de adultos de entre 18 y 29 años de edad dijeron haber oído el término, contra el 47% de la población latina en general. El 75% de los latinos familiares con “latinx” opinó que la palabra no debiera ser usada para describir a la comunidad hispana en general. En cuanto al vocablo “latine”, el Pew llevó a cabo una encuesta en noviembre del 2023, con la que encontró que solo un 18% de los adultos hispanos había oído sobre este. A la fecha, de acuerdo con esta institución, hay dos términos pan étnicos con los que el 81% de la población de origen español y latinoamericano se identifican: hispano (52%) o latino (29%), y un 15% no tiene preferencia por ningún término.
Así las cosas, el debate sobre el uso del término en cuestión continúa fuera y dentro del país, y ha generado que algunas instituciones y áreas del gobierno dejen de usarlo, dando razones variopintas. Por ejemplo, el 9 de diciembre de 1991, Domingo García, presidente de la organización de derechos civiles de latinos más antigua del país, League of United Latina American Citizens (LULAC), dio instrucciones a los miembros y personal para que dejaran de usar el término “latinx” porque no era del gusto de la mayoría de los latinos, luego de que el Miami Herald publicara una editorial en la que los resultados de una encuesta a 800 hispanos, revelaran que solo el 2% se identificaba con ese vocablo, y que él tenía claro que LULAC debía hablar como hablan sus representados. Por su parte, la gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, firmó en sus primeras horas en el puesto una orden ejecutiva prohibiendo el uso del término “latinx” en su estado porque según una encuesta del Pew del 2020 que había leído, solo un 3% de la población hispana lo usaba y también porque de acuerdo con la Real Academia Española de la Lengua, las únicas opciones correctas para el género en un sustantivo son la a y la o – aunque hay quien dijo que la motivación real de la gobernadora es que no es partidaria de la diversidad sexual.
En un artículo publicado el pasado 29 de septiembre en www.apnews.com, el profesor Josh Guzmán de la Universidad de California en Los Ángeles, declaró respecto del uso de ambos términos: “Ya hay tanta diferencia dentro de las comunidades latinas que los académicos comenzaron a debatir si alguna vez habrá un término que sea lo suficientemente adecuado para abarcar todos los diferentes componentes de esta identidad”, que incluye a personas blancas, negras y cafés, nacidas o con ascendencia en Latinoamérica, de familias que el Censo ahora invita a definir la variedad de razas que la conforman, entre otras áreas a considerar. En el mismo texto, la presentadora del podcast “Hella Latin@”, Jasmine Odalys, dijo que el término “latinx” se siente más corporativo, más políticamente correcto y muy estadunidense”. La diáspora de los latinos en Estados Unidos es inmensa, una sola cobija/término no alcanza para todos.