Por Leonor Villasuso Rustad
Recientemente la asociación HR Policy llevó a cabo un estudio que tituló “The Latino Worker Project” (el proyecto del trabajador latino), con el objetivo de conocer qué es importante en el sector laboral para este sector de la población, así como para identificar la manera en que las actitudes y comportamientos de la cultura latina influyen en el centro de trabajo. Más de ciento cincuenta empleados hispanos que laboran en quince compañías fueron entrevistados para este estudio, y con base en los resultados, se generaron cuatro recomendaciones para que las compañías puedan considerar a la hora de diseñar estrategias para el desarrollo de talento.
La primera sugerencia es que para atraer y mantener a la creciente fuerza laboral de los latinos, las compañías van a necesitar adaptar y expandir sus enfoques tradicionales a la diversidad e inclusión. Lo que antes se definía como empleados blancos y negros dejó de funcionar hace tiempo con la llegada de los que ahora llaman “de color” – que hoy en día es más bien un arcoiris con diferentes tonalidades en cada uno de sus colores –, y los empleadores necesitan hacerse del conocimiento para manejar una plantilla laboral en la que las diferencias surgen no solo entre la mayoría y la minoría, sino también entre los grupos que conforman a la segunda. La creación de grupos de recursos para los empleados ha sido de gran utilidad en la opinión de una buena cantidad de los entrevistados.
En segundo término, los empleadores tendrán que adaptarse al hecho de que el lugar de trabajo se está convirtiendo en la principal fuente de interacción entre personas de diferentes razas, grupos étnicos, religiones y bagajes culturales, lo cual puede generar tensiones por todas esas diferencias. La recomendación puede ser en el sentido de que haya lugar para discutir o no esas cuestiones, dependiendo de la decisión de la empresa, pero garantizando que no habrá riesgos para el trabajador de perder su empleo por dar o no su opinión. En los comentarios de algunos de los participantes destaca la postura firme en el sentido de que la compañía no necesita tomar partido públicamente en cuestiones polémicas por verse bien, sino enfocarse en el trabajo y el bienestar de sus empleados.
En tercer lugar, este estudio recomienda a las grandes compañías volverse más identificables o visibles para los trabajadores latinos y sus familias al tener una presencia en la comunidad por medio de su mercadotecnia, mostrar responsabilidad social como corporación y promoviendo actividades entre los empleados. Para los hispanos, la perspectiva de ser empleados en una compañía grande puede parecer impersonal y fuera de su alcance, pero si encuentran en esta área un buen ambiente de trabajo, seguro médico y salarios competentes, es probable que recomienden a sus familiares y amigos que soliciten empleo donde ellos trabajan. Una área en la que los latinos pueden enfrentarse a ciertos obstáculos a la hora de solicitar trabajo en una compañía grande es la falta de educación o de entrenamiento y capacitación en tecnologías indispensables para los procesos industriales.
Por último, se recomienda que las empresas diseñen estrategias de talento basadas en la comprensión extensiva de la manera en que los valores de familia, relaciones y el trabajo arduo moldean las actitudes y comportamiento de los latinos en el centro de trabajo. Flexibilidad es la clave para retener en el empleo a un latino en tanto que su familia es la prioridad número uno; facilitando el trabajo a distancia o permitiendo que un padre o madre de familia cambie su horario en caso de tener un hijo enfermo, o de los cuidados que sus padres ancianos requieren, es la mejor opción. El
tener una visión centrada en el trabajador dará un mayor impulso a que las empresas retengan a sus empleados, y tengan mayor participación y consolidación como un buen lugar para trabajar y hacer carrera.
Este proyecto examinó cinco características específicas de los empleados latinos: país de origen, diferencias regionales, edad, educación y participación en la fuerza laboral. Los participantes
mencionaron como sus principales valores a la familia, las relaciones que se forjan en el centro laboral y el trabajar duro. Para las mujeres latinas, sin distingo de generación o de tipo de puesto, la carga del trabajo y la arraigada tradición de ser las cuidadoras principales tanto de sus familias como de sus padres o suegros, puede generar tensiones tanto en casa como en el centro de empleo.
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